Antonio Castillo


Los hijos del boom aprendieron de fútbol de otras latitudes, por ende le exigen a los equipos nacionales y a la selección nacional que jueguen como los que los enseñaron a ellos a ver el fútbol.

Muchos hijos de colombianos o gente que vive en zonas fronterizas les exige que jueguen a la colombiana y viven exaltando el fútbol y la liga de ese país, a tal punto que llegan a creer que el fútbol colombiano es de primer nivel.

Los venezolanos que no tienen raíces extranjeras; por lo menos en su mayoría; le van bien sea a Brasil y a Argentina y siempre esperan ver Jogo Boníto, la gambeta del Diego, el pique de Messi y la definición de Ronaldo.

Los descendientes de europeos se pueden dividir en dos, aquellos que no apoyan a la selección ni por el carajo y si hablan de ella es para criticarla y aquellos que si ven a la selección, son hijos del boom, pero quieren que Venezuela juegue a la española, a la italiana o en el peor de los casos como el Barça o el Madrid. Algunos sueñan con ver a algún venezolano en uno de sus equipos y por ende culpan a Farías por el caso Jeffren, otros, los del primer grupo mueren antes de ver a un venezolano en su equipo del alma porque para ellos acá nadie tiene la calidad para merecer la merengue o la blaugrana.

Aquellos que nos alegrabamos solo por ver a la selección cuando nadie la veía, aquellos que nos matabamos por conseguir una camiseta vinotinto en los 90 o antes somos los que de verdad queremos a la selección en las buenas y en las malas, los que mandamos nuestro ego al carajo y solo queremos sin condiciones a la selección nacional, así gane, pierda, empate o la humillen, porque pasamos de contentarnos cuando perdíamos con honra a ver los triunfos y las hazañas, los que vimos a Stalin Rivas y a Dioni Guerra en la eliminatoria hacia Francia, los que vimos a Dudamel dar cátedra bajo los tres palos ante Argentina en Buenos Aires en la misma Eliminatoria, los que vimos el gol de Dudamel ante los argentinos en la vuelta para esa misma copa del mundo, los que vimos a Dolgetta ser goleador de una Copa América, los que vivimos ese triunfo ante Bolivia en la era Pastoriza, los que no paramos de celebrar cuando vencimos a Uruguay en el partido que cambió la historia, porque muchos hablan del centenariazo, pero todo cambió fue en Maracaibo no en Montevideo.

Son tantas las cosas que pasamos que si hoy nos llaman mediocres yo simplemente no les contesto, pero por dentro se lo ignorantes que son, en el ejército los llamarían NUEVOS.

Mientras más mediocre me llaman mas risa me dan, no han visto nada y creen que pueden venir a enseñar sobre actitud y como se debe jugar, aunque si han visto, a otros paises y otros clubes, se sienten colombianos, brasileños, argentinos, españoles, italianos, alemanes, uruguayos y por eso le exigen a Venezuela jugar como esos paises, Venezuela tiene que jugar como venezolanos porque eso es lo que somos sin complacer a nadie, aceptando nuestras virtudes y defectos y con eso salir adelante, sufriendo cuando se pierde, celebrando cuando se gana pero nunca desprestigiando a los que se ponen la vinotinto para sudarla mientras nosotros los vemos desde un sillón, a su DT que en cada partido se juega su prestigio ante 30 millones de charlatanes que solo esperan un error para acabarlo y siempre entender que el futbol se juega en el campo, no en las gradas, aquellos que se creen el show del evento porque alentan y creen que los futbolistas deben jugar para ellos cuando son ellos los que deben alentar a los que están sacrificando el prestigio individual, moral y nacional en un juego desgastante de 90 minutos al que muchos califícan como lo más parecido a los circos romanos.

Saludos a aquellos como macu y alja que apoyan en las buenas y en las malas, a quienes no lo hacen no intento cambiar su forma de pensar, solo espero que lean, analicen y luego decidan si lo que hacen está bien o mal.