Nuevamente esta generación de guerreros Vinotintos nos hace pintar una sonrisa en la cara que va mas allá de la alegría, va mas allá de la felicidad, es una sonrisa que nos llena de gozo y de satisfacción no solo por la victoria sino porque nos da claras razones para pensar que los tiempo de frustraciones y decepciones finalmente se han esfumado, tiempos que no volverán y que finalmente podemos decir que en Sudamérica el yugo se acabo para la Vinotinto y que jamás se volverán a repetir las humillantes goleadas que muchos tuvimos que ver y que hoy recordamos y tomamos como un aprendizaje para no repetir las improvisaciones del pasado.

El partido de ayer fue vibrante de principio a fin y una vez más tenemos que decir y subrayar el orden táctico y la solvencia que ha demostrado esta selección defensivamente, clave para ambos resultados que hoy nos tiene a las puertas de la segunda clasificación consecutiva a cuartos de final de la Copa América. Una defensa muy criticada y cuestionada pero que hasta ahora no podemos tener más que elogios después de mantener el arco inmaculado en las dos presentaciones, sabiendo resolver las situaciones de apremio y contando con un Renny Vega que sigue manteniéndose solvente y atinado.

Cesar Farías supo nuevamente leer lo que necesitaba el encuentro, por segunda fecha consecutiva nos demuestra que la excelente preparación realizada previa a la copa y con un pensamiento claro de lo que se quiere los resultados se le están dando para el jubilo de todos los venezolano y aunque muchos lo criticamos debemos reconocer que las cosas se están haciendo bien. El planteamiento utilizado para detener los avances ecuatorianos y el despliegue físico empleado por los jugadores fueron determinantes para ganar la primera final que nos encontrábamos en la copa a sabiendas de que el resultado contra la pentacampeona del mundo no valdría de nada si estos tres puntos no se lograban sumar.

Meritorio la alineación de Giancarlo Maldonado en el once titular, donde más allá de no marcar goles; el trabajo realizado de presionar la salida ayudo incalculablemente para que los balones fueran recuperados en la mitad de la cancha. El incansable Tomas Rincón nuevamente se hace un káiser en la mediacancha, poniendo el orden, pidiendo todos los balones y quitando todo lo que pasaba a través de su parcela y para finalizar las menciones a los más destacados del partido no podemos olvidar al héroe de la jornada; Cesar “El Maestrico” González que con ese disparo sacado con el alma marco el gol de su vida y nos sigue demostrando que está viviendo una gran Copa América retomando el nivel que una vez nos acostumbramos a verle.

Hoy la Selección es otra, una selección que se le planta a cualquiera, que sin miedos y manteniendo el orden tactico puede salir a buscar el resultado, esta selección nos ha hecho cambiar las lagrimas de tristeza por lagrimas de alegría y nos ha inflado el corazón de tal manera, que todos los que nos comimos las verdes viviendo el sufrimiento y las humillaciones, hoy con humildad podemos disfrutar del buen sabor de boca que nos brinda esa camisa Vinotinto, aunque sin olvidar que esta selección esta para mas y que debemos seguir mejorando la actuación de la Copa América pasada.

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