Una sorpresa poco esperada


Debido a mis grandes expectativas con el Real Esppor que se enfrentaba al Monagas SC en la
segunda ronda de Copa Venezuela y días atrás al ver la filial de mi equipo jugar contra la UCV
me disponía a ir al Estadio olímpico de la Ciudad Universitaria con solo cincuenta céntimos de Bolívar
encima con un poco de calor y grandes expectativas en un partido que se avecinaba.

Esta vez tome mis respectivas medidas para enterarme del partido y aunque me costó
un universo y parte del otro para conseguir la hora del partido me dispuse a ir…

En mi mente cuando iba en el servicio subterráneo (metro) solo pensaba en dos cosas
en una era que esperaba que no me cobraran entrada sino estaría frito y perdiera el
viaje y segundo solo pasaban en mi mente pequeño replay de el partido del Esppor
contra Trujillanos.








Llego al estadio a las 3:30 pm y aunque no dispuse de mi cámara por cosas del destino
me senté y empecé a ver las prácticas de los dos equipos y bueno escuchaba los
comentarios de unos poco asistentes presente.

El ambiente se sentía con cierto aire de pesimismo y por ello gran parte de los
asistentes más que todos los colonos portugueses y españoles que estaba por ahí
sentado cerca de ellos se ponían de acuerdo en el resultado posible del partido
y sobre todo buscaban info mediante la tecnología que posee el hombre en la
actualidad de saber cómo iban precisamente ese día las eliminatorias
sudamericanas y europeas.

Hubo poca asistencia motivo al auge de la gente de ver las eliminatorias en la
comodidad de su casa y la poca publicidad de el cotejo solos unas 100 personas
en las cueles me incluyo solo estuvimos presente en esa inmemorable jornada.

En el primer tiempo empezó todos en la tribunas veíamos en la derecha del
engramado olímpico al equipo capitalino atacar al Monagas a la izquierda del
campo y bueno y no habían transcurridos ni 5 min y el arbitraje empezó a hacer
de las suyas.

Llegó el minuto 30 la gente estaba disgustada incluso yo porque el linier y el árbitro
solo apoyaba al Monagas y le daba ciertas ventajas al no pitar 2 penales y 5
fuera de juegos y llego el 1er gol y único del partido todos saltamos de la emoción
nos abrazamos empezamos a echar vaina con ese gol y es que el equipo se lo merecía
y vino de un tiro libre directo que el portero Rosales melancólico al volver a
su anterior casa dio un bote y un delantero ni corto ni perezoso no pelo ese
bonche.


De ahí en adelante el equipo se veía compacto y a la descanso del primer tiempo las gradas
se vaciaron un pocos unos para ir a los sanitarios, otros a abastecerse y
algunos pocos bueno a celebrar y ponerse en contacto de sus familiares para
darles a conocer el resultado del juego.

Ya para el inicio del segundo tiempo del cotejo las gradas estaban más alegres y
optimistas llego más gente de la nada y parecía más o menos a lo que la gente
va de costumbre a los juegos de la Real
y algunos monaguense también se acercaron al lugar.