Antonio Castillo

Los sociologos dicen que la involución no existe, que el ser humano y sus procesos siempre evolucionan hacia algo; sea positivo o negativo para nosotros; es evolución nos guste o no. Pues para mi lo que está pasando en la Selección Venezolana de Futbol es involución, no sabría como defenderlo frente a un sociólogo que me sacará teorías y estudios al respecto, solo puedo defender mi punto hablando de futbol que es de lo que mas o menos creo saber. Y es que debe ser parte de un cuento del famoso programa de radio " Nuestro Insólito Universo " que una selección que hasta hace un año tenía una defensa sólida y solvente; no impenetrable pero si cohesionada y segura; se derrumbe con tanta facilidad, que un sistema de juego que quizas no era vertical pero que jugaba con cierta noción y tocaba el balón derepente abandona todo lo aprendido para ir al pelotazo; que ojo; el pase largo puede ser una variante en un contraataque o en una jugada en específico, pero no el sistema de juego de un país cuya media de estatura no pasa del metro setenta de estatura.

Y es que simplemente nos dieron las 12, dejamos de ser la princesa para volver a ser la cenicienta y no solo es que dejamos zapatilla, sino que como siempre pasa con el deporte nacional, no la consiguió ningún principe que viene a devolverla, se la encontró el borracho de la fiesta y la fué a cambiar por dos botellas de ron. ¿ Cómo es que esta selección venezolana, que tenía a lo más granado del futbol nacional ( solo faltaba Roberto Rosales, pero es que a Farías no le gusta ) no le pudo ganar a la peor selección que haya tenido el Perú ? Creo que la respuesta no está muy lejana, el oficio del futbol peruano, la cultura futbolística del Perú, la formación de las canteras del futbol peruano y algo más importante que quizas fué lo que rompió el celofán, el disgusto del público peruano en contra del Chemo del Solar ( olvidando todo lo que dió por el Perú como futbolista, de hecho sin ser el mejor futbolista de la historia de ese país su carrera se puede comparar a la de Arango ) y en contra de los jugadores incas. De seguro ya Farfán, Pizarro, Acasiete y compañía deben estar tragando grueso, su puesto no está asegurado. Definitivamente es que por mas prepotentes, triunfalistas y hasta ingenuos que seamos algunos de los hinchas venezolanos, no podemos negar que nos falta mucho por aprender aún, después de todo somos el único país de la región que no ha asistido a un mundial.

Cuando seamos más humildes, técnicos, jugadores, dirigentes y fanáticos, cuando tengamos un esquema coherente, cuando se ponga a los jugadores en su lugar, cuando se convoque a los que estén en las mejores condiciones y se deje la política a un lado a la hora de convocar, quizas ese día podamos empezar a soñar de nuevo, pero recuerden, ya son más de las doce y la zapatilla que nos podía llevar a Sudáfrica la cambiaron para seguir la rumba.