El día 3 de julio de 2011 será guardado en la retina de muchos venezolanos, inclusive de muchos brasileños, día en que la Vinotinto con mucho orden y sacrificio logra obtener un empate histórico por ser el primer punto conseguido ante Brasil, además de alentador para lo que resta de Copa América.

Si histórico, y aunque algunos piensen que suena conformista, para nada lo será y todo aquel que entienda de las posibilidades Vinotinto en el papel de este empate, sabe que es un empate que vale oro en el presupuesto pautado por el cuerpo técnico en la ruta de esta edición de la copa. Aquel que piensa que es conformista celebrar este empate, creo que aun no se ha dado cuenta que el rival que estaba enfrente no era Guinea Ecuatorial, era Brasil con sus cinco estrellas en el pecho.

Un partido inteligentísimo y aunque no soy pro Farías como algunos me conocen, se debe reconocer que el trabajo de ayer estuvo rozando la mejor actuación del técnico venezolano en el gran tiempo que lleva al mando de la selección, un esquema bien planteado donde cada jugador siguió su guion al pie de la letra, poniendo su gran cuota de sacrificio y corazón, lograron mantener el arco en cero contra la pentacampeona del mundo por tercera vez en los últimos cuatro enfrentamiento.

Estaba muy claro para muchos que las oportunidades de sacar petróleo de este encuentro estaban en mantener a raya los circuitos por las bandas de la canarinha, donde jugadores como Neymar y Pato hacen mucho daño si se dejan obrar con libertad; por tales razones la táctica empleada por Farías donde los 4 volantes dispuestos en cancha colaboraban con la destrucción dio los mejores frutos defensivos aunque por largos ratos la creación se encontraba desaparecida.

Jugador por jugador la Vinotinto estuvo acertada, desde Renny Vega que demostró una vez más que es el portero titular de esta selección por su rodaje, experiencia y que además nos hace recordar que una mala tarde la tiene cualquier deportista (Venezuela-España), Vega se mostro atinado y seguro en las jugadas donde fue exigido. La zaga central tan discutida y aunque en algunos pasajes del juego se mostro nerviosa, pudo resolver en muchas ocasiones contra tres de los mejores delanteros del mundo sin cometer los errores por los que tanto se hablo de ellos.

Nota especial y de crack para Tomas Rincón, que en cada presentación se está convirtiendo en el infaltable en los once nacionales, comando la medular venezolana con un carácter y precisión inmejorables. Tomas cortó, quitó, puso la pausa y el orden necesario para las pocas veces que fuimos al frente, de lejos el mejor de la cancha y el referente en el medio campo venezolano con más de veinte balones recuperados, que deja a las claras lo monumental de su labor.

Es momento de celebrar, pero conservando la concentración y manteniendo claro que aunque es un resultado importantísimo de nada vale si no se logran los siguientes tres puntos ante la selección Ecuatoriana, partido vital y que donde un resultado muy favorable nos dejaría como líderes de grupo y con la clasificación casi asegurada.

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